Época: Arte Español Medieval
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
Orígenes del arte cristiano en la Península

(C) Ramón Corzo Sánchez



Comentario

En el siglo V, se producen en Andalucía varios sarcófagos, que por la separación de sus lugares de hallazgo y por su evolución estilística, no pueden atribuirse a un solo artista o taller, sino a un estilo local en el que trabajarían varios centros con fórmulas y temas de la misma procedencia. El mejor conservado de la serie y de mayor calidad es el de Ecija, decorado sólo en la cara anterior como es norma en Occidente, pero con rótulos griegos sobre las cabezas de los personajes que indican la procedencia oriental de la iconografía. Los asuntos del sarcófago de Ecija son el sacrificio de Isaac, el Buen Pastor y Daniel entre los leones; las figuras están grabadas con trazos firmes y recortadas sobre un fondo liso; se apoyan todas en un mismo suelo quebrado que se funde con el listel plano del marco. Su estilo podría ser bizantino, pero no se conocen aún muestras en Oriente de sarcófagos semejantes.
El mismo tipo de representación de Daniel se encuentra en un fragmento de sarcófago hallado cerca de Antequera; su ejecución es de inferior calidad, con figuras de menor tamaño y más esquemáticas. El sarcófago de Alcaudete puede ser algo posterior a éstos; el fragmento conservado tiene dos bandas con escenas superpuestas, y su técnica es la misma, de figuras planas grabadas y recortadas sobre el fondo liso; en la parte superior están dos episodios de la resurrección de Lázaro: la hermana tendida en el suelo ante Jesús con cinco discípulos y detrás el llanto de Cristo ante la edícula en la que reposa el cuerpo amortajado de Lázaro; en la parte inferior está Daniel dentro de un círculo y acompañado por siete leones, de los que sólo se conservan las cabezas de cuatro, y dos grupos de soldados, entre los que aparece David en el momento de decapitar a Goliat, tendido en el suelo. Se trata de escenas inéditas en los sarcófagos, pero que coinciden en sus mismos detalles con dibujos de manuscritos orientales; la lucha de David y Goliat es única, hasta el momento, en los sarcófagos cristianos y debe responder a una manifestación local de la iconografía.